Cómo ayudar a los niños a lidiar con el divorcio

Debido a que 1 de cada 2 matrimonios en EE. UU. termina en divorcio, muchos niños estadounidenses se ven afectados por divorcios cada año. Esos niños suelen sentirse atrapados en esta situación mientras la familia se separa. Si mamá y papá ya no se aman, ¿me aman a mí?, se preguntan. 

Ira, miedo, ansiedad por la separación, sensación de abandono, tristeza y desconcierto son reacciones comunes en la mayoría de los niños. Algunos niños pueden sentir que tienen la culpa por el divorcio.

Durante los primeros años después de un divorcio, el estrés puede interferir en las capacidades de crianza. Usted puede ayudar a lograr que sus hijos tengan una transición más saludable de la siguiente forma:

  • Dígales que los ama, y dígaselos con frecuencia. Procure que tengan una relación segura con ambos padres.

  • Sea abierto y franco. Explíqueles en términos adecuados para su edad el motivo básico de su divorcio. Sus hijos deben escuchar que no tienen la culpa.

  • No involucre a sus hijos. El divorcio es entre usted y su cónyuge. No use a sus hijos como peones, espías ni consejeros matrimoniales. Asegúrese de decirles que no es su culpa, y no comparta más información que la que su hijo pregunta. No converse sobre sus problemas o errores con los niños.

  • No involucre a sus hijos en las discusiones. Si no son parte de las discusiones, no haga que participen.

  • No se critiquen entre ustedes en frente de sus hijos o cuando sus hijos podrían estar oyéndolos. Si esto sucede, hable con sus hijos y explíqueles que cuando las personas están enojadas a veces dicen cosas malas o hirientes.

  • Sea coherente. Póngase de acuerdo con su excónyuge para que se apliquen las mismas normas de la casa, horarios para ir a dormir, horarios para regresar a casa, actividades extracurriculares y comidas favoritas.

  • Ofrezca ayuda profesional. Esto puede ser terapia individual o un grupo de divorcio. Las agencias comunitarias, las escuelas y los tribunales ofrecen este tipo de terapias. Admita que la situación es triste y angustiante para todos. Hable con el psicólogo o el consejero de la escuela de su hijo si este necesita más apoyo emocional.

Si sus hijos no están abrumados con sentimientos de responsabilidad en torno al divorcio, en general madurarán antes. También se volverán más independientes y tendrán más autoestima que los niños que quedan con sentimientos no resueltos de responsabilidad y culpa.

Alguna vez hubo amor entre usted y su cónyuge. Recuérdeles esto a sus hijos, y que ellos son el regalo más grande, producto de ese amor.

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