¿Qué es la poliartritis?

La poliartritis es el término para la artritis que afecta a cinco o más articulaciones al mismo tiempo. Esta afección causa dolor, rigidez e hinchazón en las articulaciones. Puede presentarse tanto en los niños como en los adultos. La poliartritis puede tener varias causas posibles. Es importante encontrar la causa de la afección para recibir el tratamiento adecuado.

¿Cuáles son las causas de la poliartritis?

La poliartritis se debe a diversas causas, incluidas la artritis estructural, una enfermedad autoinmunitaria, la artritis de cristal, la artritis infecciosa, la artritis relacionada con medicamentos y los síndromes paraneoplásicos.

  • Artritis estructural:

    • Artrosis

    • Traumatismo

  • Enfermedad autoinmunitaria:

    • Artritis reumatoide

    • Artritis psoriásica

    • Síndrome de Sjögren

    • Artritis reactiva

    • Miositis

    • Lupus

    • Vasculitis

    • Sarcoidosis

  • Artritis de cristal:

    • Gota

    • Seudogota

  • Artritis infecciosa:

    • Infecciones bacterianas

      • Enfermedad de Lyme

      • Infección por estafilococo

      • Infección meningocócica

    • Infecciones virales

      • Hepatitis A, B o C

      • Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)

      • Rubéola

      • Parvovirus humano B19

      • Virus de Epstein Barr

      • Síndromes paraneoplásicos

  • Efectos secundarios de medicamentos, más frecuentemente de medicamentos antitiroideos, antibióticos como la clindamicina y los inhibidores de puntos de control inmunitarios.

  • Síndromes paraneoplásicos

Síntomas de la poliartritis

Los síntomas pueden variar según la persona y la causa. Pueden empezar de forma repentina o persistir durante algunos meses. Los síntomas incluyen los siguientes:

  • Dolor en las articulaciones

  • Hinchazón en las articulaciones

  • Calor y enrojecimiento en la zona afectada

  • Articulaciones rígidas

  • Disminución de la capacidad para hacer determinados movimientos

Además de los síntomas relacionados con las articulaciones, las personas con determinados tipos de poliartritis también pueden tener sarpullidos, sudoración, pérdida de peso sin causa, fatiga y fiebre.

Diagnóstico de la poliartritis

La poliartritis puede tener varias causas posibles, por lo que puede ser difícil diagnosticarla. El proveedor de atención médica le hará preguntas sobre sus antecedentes médicos y le hará una exploración física. Revisará cuáles son las articulaciones afectadas. Verificará si el dolor en las articulaciones está presente en ambos lados del cuerpo (dolor simétrico) o solo en las articulaciones de un lado del cuerpo (dolor asimétrico). El proveedor le preguntará cuándo empezaron los síntomas y qué tan intensos son.

Quizás también necesite una o más pruebas, como las siguientes:

  • Hemograma completo (HC). Se hace para detectar infecciones virales.

  • Pruebas de tasa de sedimentación de eritrocitos y de proteína C reactiva (ESR y CRP, por sus siglas en inglés, respectivamente). Permiten diferenciar afecciones inflamatorias de las no inflamatorias.

  • Algunos análisis de sangre para detectar enfermedades autoinmunitarias, como el anticuerpo nuclear, el factor reumatoide y el péptido cíclico citrulinado (ANA, RF y CCP, por sus siglas en inglés, respectivamente).

  • Ácido úrico en suero. Los niveles altos de ácido úrico pueden indicar que tiene gota, aunque algunas personas con ácido úrico alto no tienen gota.

  • Pruebas de líquido sinovial (aspiración de la articulación). Se toma una muestra de un líquido espeso entre las articulaciones y se analiza en un laboratorio.

  • Pruebas de diagnóstico por imágenes. Una radiografía permite tener una mirada detallada de los huesos. Una tomografía computarizada o una resonancia magnética pueden mostrar el daño en toda la articulación.

Tratamiento de la poliartritis

El objetivo del tratamiento es disminuir la inflamación y controlar los síntomas. Según la causa de la poliartritis, el proveedor de atención médica puede sugerirle que tome algunos medicamentos:

  • Paracetamol para aliviar el dolor.

  • Antinflamatorios no esteroideos (AINE). Estos medicamentos pueden aliviar la fiebre y el dolor y reducir la hinchazón y rigidez. Incluye medicamentos recetados o de venta libre, como el naproxeno y el ibuprofeno.

  • Antibióticos. Pueden ayudar cuando la causa es una infección.

  • Corticosteroides. Pueden aliviar el dolor y controlar la inflamación. También retrasan la respuesta inmunitaria. Se pueden tomar por la boca (vía oral) o aplicar con una inyección.

  • Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME). Estos medicamentos retrasan la respuesta del sistema inmunitario en las personas con determinadas causas autoinmunitarias de la poliartritis.

Además, el plan de tratamiento puede incluir lo siguiente:

  • Ejercicio. El ejercicio de bajo impacto que no daña las articulaciones puede ser útil. Por ejemplo, nadar, andar en bicicleta, hacer yoga o salir a caminar.

  • Terapia con calor o frío. Esto puede aliviar el dolor.

  • Usar una férula o un cabestrillo. Evitar que la articulación afectada se mueva con una férula o un cabestrillo también puede aliviar el dolor.

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