¿Qué es la resección hepática?

Una resección hepática (hepatectomía) es una cirugía en la que se extrae una parte del hígado. Por lo general, se hace para extirpar tumores cancerosos (malignos) en el hígado. Con menos frecuencia, la cirugía se hace para extirpar determinados tumores no cancerosos (benignos) en el hígado. A veces, se extrae un hígado sano para trasplantarlo a una persona enferma que necesita un trasplante de hígado.

La resección hepática es una opción solo para personas con un tumor en una parte del hígado en la que es seguro hacer la cirugía. La parte del hígado remanente también debe estar sana. Unos meses después de la cirugía, el hígado puede volver a crecer hasta casi su tamaño original.

El hígado es un órgano vital que cumple muchas funciones. Produce bilis, una sustancia que ayuda al cuerpo a descomponer las grasas. También produce proteínas y factores de coagulación de la sangre que el cuerpo necesita. El hígado libera azúcar (glucosa) en la sangre para darle energía. Además, junto con el estómago y los intestinos, facilita la digestión de los alimentos. El hígado filtra la sangre y elimina las toxinas del cuerpo.

Antes de la cirugía

  • Antes de la cirugía, es probable que le hagan pruebas de diagnóstico por imágenes, como una tomografía computarizada o una resonancia magnética con angiografía.

  • El cirujano le explicará los tipos de resección que se pueden hacer y el tamaño del hígado que se extirpará.

  • Informe al cirujano todos los medicamentos que usa. Esto incluye medicamentos a base de hierbas y otros suplementos. También anticoagulantes, incluida la aspirina diaria. Quizás tenga que dejar de tomar algunos o todos estos medicamentos antes de la cirugía.

  • Siga las instrucciones que le den con respecto a no ingerir alimentos ni bebidas antes de la cirugía.

Durante la cirugía

La cirugía dura entre 3 y 5 horas. Esto es lo que puede esperar que suceda durante la cirugía.

El día de la cirugía, llegue a tiempo. Antes de que comience la cirugía, le pondrán una vía intravenosa en una vena del brazo o de la mano. Esto se hace para administrarle líquidos y medicamentos. Para evitar que sienta dolor durante la cirugía, le aplicarán anestesia general. La anestesia es un medicamento que lo pondrá en un estado parecido a un sueño profundo durante la cirugía. Es posible que le coloquen un tubo delgado (sonda) en la vejiga. Este tubo es para drenar la orina. Podrán dejarlo colocado durante unos días después de la cirugía.

La cirugía

El procedimiento se puede hacer con una técnica llamada laparoscopia o una técnica llamada cirugía abierta. El médico puede comenzar con la laparoscopia, pero puede ser necesario cambiar a una cirugía abierta durante el procedimiento por motivos de seguridad.

  • Para la laparoscopia, se utiliza un laparoscopio o “endoscopio”. Es un tubo delgado con luz, con una cámara en el extremo. El cirujano hace de 2 a 4 cortes (incisiones) pequeños en el abdomen. Luego, se introduce el endoscopio a través de una de estas incisiones. A medida que el endoscopio avanza, envía imágenes en vivo desde el interior del abdomen a una pantalla de video. El abdomen se llena con un gas, dióxido de carbono. De esta manera, el cirujano tiene más espacio para ver y hacer la cirugía. A través de las otras incisiones, se colocan los instrumentos.

  • Para la cirugía abierta, el cirujano hace una incisión más grande en el lado derecho del abdomen debajo de las costillas. El cirujano observa y trabaja a través de esta incisión.

Durante cualquiera de las dos cirugías, se examina el hígado. Esto es para confirmar el tamaño y la ubicación del tumor, si lo hubiere. Si es posible continuar con la cirugía, se quita únicamente la parte del riñón que contiene el tumor. En algunos casos, también se extirpa la vesícula biliar. La vesícula biliar se encuentra debajo del hígado y almacena la bilis.

A lo largo de la cirugía, el flujo de sangre a través del hígado se controla cuidadosamente para prevenir el sangrado. Una vez terminada la cirugía, le quitarán todos los instrumentos. Las incisiones se cierran con puntos de sutura, grapas, pegamento quirúrgico o cinta quirúrgica.

Puede que le coloquen uno o más tubos (drenajes) cerca de las incisiones para eliminar el exceso de líquido y sangre. Estos drenajes pueden retirarse mientras esté en el hospital. O bien durante una visita posterior con el médico.

Después de la cirugía

  • Lo trasladarán a una sala de recuperación para que descanse. De allí, es posible que lo transfieran a una unidad de cuidados especiales para que lo controlen de cerca. O pueden trasladarlo de inmediato a una habitación de hospital. Le darán medicamentos para controlar el dolor y prevenir infecciones. También es posible que le den medicamentos, medias especiales o botas para prevenir la formación de coágulos de sangre. Tan pronto como pueda, deberá ponerse de pie y caminar durante períodos breves. Contará con la ayuda de un fisioterapeuta o enfermero. Se harán análisis de sangre para evaluar el estado del hígado.

  • Si se sometió a una laparoscopia, es probable que permanezca en el hospital durante días. Si se sometió a una cirugía abierta, es probable que permanezca en el hospital durante días. La cantidad de tiempo depende de cada persona. El médico le dirá cuándo podrá regresar a su casa.

  • Coordine con algún amigo o familiar adulto para que lo lleve a casa. Antes de abandonar el hospital, asegúrese de tener todas las recetas e instrucciones necesarias para los cuidados en el hogar. Además, asegúrese de tener un número de contacto del médico o del hospital. Llame en caso de que tenga problemas o preguntas después de la cirugía.

  • Después de una resección hepática, debe evitar el alcohol y determinados medicamentos durante un tiempo mientras el hígado se recupera. El tiempo que se necesite dependerá del estado del hígado.

  • Si tiene cáncer, el médico puede recomendarle otros tratamientos después de la cirugía, como radiación o quimioterapia. Mediante estos tratamientos, se eliminan las células cancerosas que queden en el cuerpo. También se puede evitar que las células cancerosas regresen. El médico puede darle más información sobre estos tratamientos si son necesarios.

Riesgos y posibles complicaciones

Todas las cirugías tienen riesgos. Los riesgos de esta cirugía incluyen los siguientes:

  • Sangrado

  • Infección

  • Pérdida de bilis

  • Ictericia (coloración amarillenta en la piel y la parte blanca de los ojos)

  • Insuficiencia hepática o de otro órgano

  • Riesgos relacionados con la anestesia

  • Coágulos de sangre

  • Neumonía

  • Cáncer de hígado nuevo

Cuándo llamar al proveedor de atención médica

Una vez que haya regresado a su casa, llame al médico si tiene lo siguiente:

  • Dolor de pecho o dificultad para respirar (llame al 911)

  • Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior que dura más de 24 horas

  • Aumento del dolor, enrojecimiento, hinchazón, moretones, sangrado o drenaje en el sitio de la incisión

  • Náuseas o vómitos

  • Dolor en el abdomen o cerca del omóplato derecho que empeora

  • Cualquier otro síntoma al que el médico le indique que esté atento

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