¿Qué es la muerte cerebral?

Enfrentarse a la pérdida de un ser querido es difícil en cualquier contexto. Es posible que se sienta abrumado por la información y la toma de decisiones. Tanto si su ser querido tenía planes específicos que seguir en caso de fallecimiento como si no, puede ser duro seguir adelante. Uno de los casos más difíciles es cuando un ser querido tiene muerte cerebral. Esto puede ser confuso cuando todavía tiene ritmo cardíaco y respira. Puede parecer que la persona simplemente está dormida.

¿Qué significa tener muerte cerebral?

La muerte cerebral significa que el cerebro ya no funciona. No llega sangre al cerebro. La parte pensante del cerebro (cerebro) y la parte responsable de la respiración y los reflejos (tronco encefálico) dejan de funcionar. La muerte cerebral se diagnostica cuando se dan 3 condiciones.

La persona cumple con las siguientes condiciones:

  • Está en coma persistente

  • No tiene reflejos en el tronco encefálico

  • No puede respirar por sí misma

La respiración y el ritmo cardíaco pueden continuar de forma artificial durante un breve período de tiempo mediante un ventilador o respirador. Una vez que se retira la máquina, la respiración y el corazón se detienen. La desconexión del respirador puede retrasarse durante un breve período de tiempo hasta que se reúna la familia o en el caso de que deban donarse órganos. Una vez que se deja de respirar o se apaga el respirador, cabe esperar que la persona siga teniendo cierta actividad espinal. Por ejemplo, el cuerpo puede sufrir sacudidas, la espalda puede arquearse, los brazos y las piernas pueden flexionarse. Esto es consecuencia de los impulsos eléctricos que permanecen en la columna vertebral.

¿Cómo se diagnostica la muerte cerebral?

Los médicos y el resto del personal de atención médica tienen mucho cuidado al verificar la muerte cerebral de una persona. Un coma o estar en estado vegetativo no es lo mismo que la muerte cerebral. Se hacen varias pruebas para confirmar el diagnóstico. Junto con una exploración física, se hace una prueba llamada prueba de apnea. Para esto, se retira el respirador durante un período de tiempo (de 8 a 10 minutos). Si la persona no empieza a respirar por sí misma, se considera que tiene muerte cerebral. En los análisis de sangre, se detecta una acumulación de dióxido de carbono en el cuerpo. En algunos casos, también puede hacerse un escáner cerebral o una prueba de ondas cerebrales.

¿Qué causa la muerte cerebral?

Cualquier lesión cerebral importante puede causar muerte cerebral. Por ejemplo, un ataque cerebral, una lesión por accidente, la falta de oxígeno en el cerebro por ahogamiento o paro cardíaco, una infección cerebral o un fallo hepático. La muerte cerebral no puede revertirse.

Síntomas de muerte cerebral

El proveedor de atención médica buscará signos de muerte cerebral como los siguientes:

  • Las pupilas no responden a la luz

  • La persona no puede respirar por sí misma

  • No hay tos ni reflejo nauseoso

  • No reacciona al dolor

  • Los ojos no parpadean ni se mueven al tocarlos

¿A quién puedo pedir ayuda?

Algunos familiares o seres queridos pueden tener dificultades con el concepto de muerte cerebral. Un líder religioso o el capellán de un hospital pueden ayudarlo. Si la donación de órganos es una opción, puede hablar con el coordinador de trasplantes de órganos, que responderá a sus preguntas y lo ayudará a dar los siguientes pasos. Muchos hospitales tienen un comité de ética capaz de revisar sus inquietudes, sobre todo por motivos religiosos y en caso de embarazo.

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