Proctitis por radiación

¿Qué es la proctitis por radiación?

La proctitis es un tipo de inflamación en el revestimiento del recto. El recto se encuentra en la parte inferior del intestino grueso (colon), justo encima del ano. Muchos factores pueden causar la proctitis. La proctitis por radiación se produce al recibir tratamiento con radiación para el cáncer en el área pélvica. Puede causar dolor rectal, sangrado y problemas al defecar.

Causas de la proctitis por radiación

Esta afección es causada por la radioterapia para tratar el cáncer en el recto o las áreas circundantes. Esto incluye estas áreas cercanas:

  • Ano

  • Vejiga

  • Próstata

  • Testículos

  • Colon

  • Ovarios

  • Cuello uterino

  • Útero

¿Quiénes están en riesgo de tener proctitis por radiación?

Corre riesgo de padecer esta afección si ha recibido radioterapia en el recto o en las áreas circundantes. Esto incluye tratamiento con radiación para el cáncer de recto, ano, vejiga, cuello uterino, ovario, útero, próstata o testículo. Las personas que reciben una dosis más alta o ciertos tipos de radiación tienen un mayor riesgo de sufrir proctitis por radiación.

Síntomas de la proctitis por radiación

Los síntomas pueden comenzar durante o dentro de las 6 semanas posteriores al tratamiento con radiación (aguda). O pueden aparecer meses o años después de finalizar el tratamiento (crónicas).

Entre los síntomas, se pueden incluir los siguientes:

  • Dolor o calambres rectales, abdominales o anales

  • Sangrado rectal

  • Heces con sangre

  • Dolor al defecar

  • Sensación urgente o constante de defecar

  • Sensación de llenura en el recto

  • Secreción de mucosidad en las heces

  • Diarrea

  • Estreñimiento

Si no se trata, pueden ocurrir complicaciones como las siguientes:

  • Infecciones llenas de pus (abscesos)

  • Estrechamiento del recto (estrechez rectal)

  • Llagas abiertas en el recto y el colon (úlceras)

  • Pasaje anormal que se forma debido a llagas o un absceso (fístula)

  • Anemia por pérdida de sangre

Otros problemas de salud también pueden causar algunos de estos síntomas. Consulte siempre con su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico.

Diagnóstico de proctitis por radiación

Su proveedor de atención médica le preguntará acerca de sus síntomas y anotará su historia clínica. Si ha recibido radioterapia, su proveedor puede sospechar que tiene proctitis por radiación. También le realizarán una exploración física. Esto puede incluir una exploración física del recto (llamado examen rectal digital). Para ello, el proveedor le introducirá un dedo enguantado en el recto y palpará si hay algún problema.

También es posible que le realicen algunas pruebas para descartar otras afecciones. Estas pruebas pueden incluir lo siguiente:

  • Análisis de sangre. Podrían realizarse para determinar si hay infección.

  • Prueba de heces. Puede hacerse para controlar las heces a fin de detectar si hay infección.

  • Endoscopia. En esta prueba, se utiliza un tubo delgado e iluminado con una cámara (endoscopio) para observar la parte inferior del colon y el recto.

  • Pruebas de diagnóstico por imágenes. Se puede realizar una tomografía computarizada para descartar otras afecciones, como la enfermedad inflamatoria intestinal.

  • Colonoscopia. Este es un examen endoscópico de su colon. Durante este examen, el proveedor también puede tomar una muestra de tejido (biopsia) y examinarla bajo un microscopio.

Tratamiento de la proctitis por radiación

Si se presentan síntomas durante la radioterapia, su proveedor de atención médica puede recomendarle suspender el tratamiento con radiación por un período breve hasta que los síntomas mejoren.

El tratamiento se basa en sus síntomas:

  • Síntomas leves. En algunos casos con síntomas leves, es posible que no se necesite ningún tratamiento. Es posible que la afección desaparezca por sí sola. Pero si los síntomas leves no desaparecen, su proveedor de atención médica puede recomendarle medicamentos. Dependiendo de sus síntomas, estos pueden ayudar a reducir el sangrado, la diarrea y la inflamación, y a suavizar las heces (ablandador de heces). Estos se pueden administrar en forma de píldoras, supositorios o enemas.

  • Sangrado rectal duradero o moderado. Su proveedor puede recomendarle otros tratamientos para reducir el sangrado, como los siguientes:

    • Formalina. Se aplica una sustancia química llamada formalina para sellar las áreas dañadas del revestimiento rectal.

    • Coagulación con plasma de argón (APC). Se inserta un tubo largo, delgado y flexible con una sonda en el tracto intestinal inferior. Envía gas argón cargado eléctricamente al tejido dañado.

    • Ablación por radiofrecuencia (ARF). Durante la ARF, el calor se envía directamente a las áreas dañadas a través de un tubo largo, delgado y flexible. Esto destruye el tejido dañado.

  • Complicaciones graves. Se puede recomendar la cirugía cuando otros tratamientos no funcionan. O cuando hay complicaciones graves, como fístulas, abscesos o estenosis, que pueden crear obstrucciones intestinales. Se puede realizar una cirugía para extirpar la parte dañada del recto. En algunos casos, se puede extirpar todo el recto.

Además de los tratamientos anteriores, su proveedor puede hablar con usted sobre cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a aliviar los síntomas. Estos dependerán de los síntomas que tenga. Pueden incluir cambiar su dieta y mantenerse alejado de la cafeína, el alcohol y el tabaco.

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