Cáncer de tiroides: cirugía
Tipos de cirugía para el cáncer de tiroides
La cirugía suele ser el primer tratamiento y el principal contra casi todos los tipos de cáncer de tiroides. El proveedor de atención médica usará el tejido extirpado durante la cirugía para averiguar cuáles son el tipo y el estadio del cáncer. Determinar el tipo y el estadio del cáncer permite saber si necesita más tratamientos. El método de cirugía depende de muchos factores. Por ejemplo, el tipo de células del cáncer de tiroides, el tamaño del cáncer y si se propagó fuera de la tiroides. Cuando le hacen una cirugía para el cáncer de tiroides, el cirujano puede usar uno de los siguientes métodos:
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Tiroidectomía total. Esta cirugía consiste en extirpar toda la glándula tiroides.
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Tiroidectomía casi total o tiroidectomía subtotal. En esta cirugía se extirpa casi toda la glándula, pero queda una parte muy pequeña.
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Lobectomía. Esta cirugía se usa para algunos tipos de cáncer pequeño y de riesgo bajo. Solo se extirpa el lado, o lóbulo, de la tiroides con el tumor (la glándula tiroides tiene dos lados, que se llaman lóbulos). Con este método, se evita tener que usar suplementos para la tiroides después. Sin embargo, si queda parte de la tiroides, esto puede afectar algunas pruebas que se hacen para determinar si el cáncer reaparece, o es recurrente, después del tratamiento.
El cirujano también puede extirpar los ganglios linfáticos cercanos a la tiroides si se sabe que tienen células cancerosas o si se ven anormales o sospechosos. Este procedimiento se conoce como disección del compartimento central del cuello o disección radical modificada del cuello. Depende de la magnitud de la extirpación de ganglios linfáticos.
Después de la cirugía, es posible que necesite tratamiento con yodo radiactivo. Con ese tratamiento se pueden destruir las células cancerosas que queden. Si el tumor reaparece en la zona del tumor tiroideo original o en otro lugar, es posible que vuelva a necesitar una cirugía.
Riesgos de la cirugía para tratar el cáncer de tiroides
Toda cirugía tiene riesgos. Los riesgos de la cirugía de tiroides incluyen los siguientes:
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Sangrado
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Infección
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Daño a las glándulas paratiroides cercanas, que controlan los niveles de calcio del cuerpo. Los síntomas de un nivel bajo de calcio en la sangre son hormigueo, espasmos musculares y entumecimiento.
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Daño a los nervios cercanos que afectan la voz
Preparativos para la cirugía
El equipo de atención médica hablará con usted sobre las opciones de cirugía más adecuadas en su caso. Quizás sea conveniente que un familiar o un amigo cercano la acompañen a las citas. Anote las preguntas que quiera hacer acerca de la cirugía. Asegúrese de preguntar sobre las siguientes cuestiones:
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Qué tipo de cirugía le harán
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Qué se hará durante la cirugía
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Cuáles son los riesgos y los efectos secundarios posibles de la cirugía
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Si la tiroides seguirá funcionando después de la cirugía o si tendrá que tomar hormonas de reemplazo durante el resto de su vida
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Cuándo podrá reanudar sus actividades normales
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Si la cirugía dejará cicatrices y qué aspecto tendrán
Antes de la cirugía, informe al equipo de atención médica si usa algún medicamento. Esto incluye los medicamentos recetados y de venta libre, vitaminas, medicamentos a base de hierbas, otros suplementos, marihuana y drogas ilegales. Hágalo para asegurarse de que no esté usando nada que pueda afectar la cirugía. También infórmele a su cirujano si alguna vez tuvo problemas de adicción a los analgésicos. Esta información permite planificar de forma segura las opciones de control del dolor posoperatorio. Una vez que haya analizado todos los detalles con el cirujano y le haya respondido todas sus preguntas, firmará un formulario de consentimiento en el que se indica que el proveedor de atención médica puede hacer la cirugía.
También tendrá que ver al anestesiólogo. Este proveedor de atención médica le administra la anestesia general. La anestesia es el medicamento que previene el dolor y hace que duerma durante la cirugía. Este proveedor también lo vigila durante la cirugía para garantizar su seguridad. Le preguntará sobre su historia clínica y los medicamentos que usa. Informe al proveedor si alguna vez tuvo problemas con la anestesia general o local.
Después de la cirugía
La cirugía puede causar molestias y dolor en la zona donde se hizo la incisión quirúrgica (corte) y alrededor de la incisión. Puede que sienta molestias durante los primeros días después de la cirugía, pero el dolor se puede controlar con medicamentos. Consulte al proveedor de atención médica sobre las opciones de alivio del dolor.
Durante un tiempo después de la cirugía, es posible que sienta cansancio o debilidad. El tiempo de recuperación de la cirugía puede variar.
Es posible que sienta un bulto en la garganta y la voz ronca, pero esto mejora con el tiempo. A veces se daña uno de los nervios que van a los músculos de la laringe. Esto puede provocar una calidad de voz débil, como si susurrara. Este cambio puede desaparecer o ser permanente. En algunos casos, se necesita tratamiento especial.
Atención de seguimiento
Podría requerir más tratamientos después de la cirugía. El proveedor de atención médica hablará con usted sobre esto.
Si durante el tratamiento se extirpó o se destruyó la mayor parte o la totalidad de la tiroides, es probable que tenga que tomar una pastilla de hormona tiroidea todos los días para reemplazar las hormonas perdidas. Deberá tomar este medicamento por el resto de su vida. Asegúrese de entender cómo se toman los medicamentos hormonales y qué dosis debe usar. Deberá hacerse análisis de sangre periódicos para controlar los niveles hormonales y hacer ajustes si es necesario.
Cuándo llamar al proveedor de atención médica
Avise de inmediato al proveedor de atención médica si tiene alguno de estos problemas después de la cirugía:
Sepa a qué debe prestar atención y cómo comunicarse con el proveedor de atención médica después del horario de atención, los fines de semana y los días festivos.