Cáncer de testículo: radioterapia

¿Qué es la radioterapia?

La radioterapia es un tratamiento contra el cáncer en el que se usan haces de energía, a menudo rayos X, para destruir las células cancerosas y reducir el tamaño de los tumores.

¿En qué casos podría usarse la radioterapia?

El proveedor de atención médica y el equipo de tratamiento trabajarán con usted para decidir el plan de tratamiento más adecuado a su caso. Por lo general, el cáncer de testículo se trata primero con cirugía. En el tratamiento también se puede incluir la quimioterapia y la radioterapia. El tratamiento depende del tipo y del estadio del cáncer de testículo. Muchas veces, se usa más de un tipo de tratamiento.

Cuando se incluye la radioterapia, se usa con mayor frecuencia para tratar el tipo de cáncer de testículo llamado seminoma.

El proveedor de atención médica puede sugerirle este tratamiento por alguna de estas razones:

  • Para intentar matar las células cancerosas que puedan quedar luego de una cirugía. La radioterapia se usa principalmente para destruir las células cancerosas del testículo que se hayan propagado a los ganglios linfáticos. Puede usarse después de una orquiectomía (cirugía de extirpación de los testículos). El objetivo es tratar los ganglios linfáticos de la parte posterior de la pelvis y del abdomen. Así se garantiza que se destruyan todas las células cancerosas, incluso las que no se ven en las exploraciones por imágenes.

  • Para tratar zonas de cáncer que se haya propagado. La radioterapia se puede usar para tratar el cáncer que se propagó a otras partes del cuerpo, como el cerebro.

Se reunirá con un equipo de especialistas en cáncer para planificar su tratamiento. El equipo puede incluir un cirujano, un oncólogo radioterapeuta y un oncólogo clínico.

Qué esperar durante la radioterapia

El proveedor de atención médica que se especializa en el tratamiento del cáncer con radiación se llama oncólogo radioterapeuta. Este proveedor trabaja con usted para decidir el tipo de radioterapia que necesita. También determinan la dosis y la duración del tratamiento.

La radioterapia suele administrarse una vez al día, 5 días a la semana, durante varias semanas. Por lo general, puede conducir al centro de terapia y luego volver solo.

Preparativos para el tratamiento

Antes del primer tratamiento con radiación, tendrá una sesión planificada llamada simulación. Esta consulta es necesaria para determinar el lugar exacto al que se dirigirán los haces de radiación. Esta sesión puede durar hasta 2 horas.

Le harán pruebas de diagnóstico por imágenes. Con esas imágenes, se determina en detalle el tamaño y la forma del tumor. Los haces de radiación se controlan y se adaptan para ajustarse a un campo del cuerpo donde está la mayor probabilidad de tener cáncer. Esto ayuda a no dañar el tejido sano a su alrededor.

Se acostará en una camilla y se quedará quieto mientras el radioterapeuta usa una máquina para definir el campo de tratamiento. El campo es el área exacta del cuerpo a donde se dirigirá la radiación. A veces, se denomina puerto. Se puede hacer un molde o un yeso para colocarlo exactamente en la misma posición y que permanezca quieto en cada tratamiento. Es posible que le hagan marcas de tinta permanentes (tatuajes diminutos) en la piel. Esto se hace para que la radiación se dirija exactamente al mismo lugar en cada sesión.

Los días que recibe radiación

Los días que reciba radioterapia, se acostará en una camilla unida a una máquina de radiación. Es posible que deba usar una bata de hospital. El tratamiento es muy parecido a hacerse una radiografía, pero dura más tiempo. Todo el proceso toma unos 15 a 30 minutos en total. Pero el tratamiento con radiación solo demora unos minutos.

Al principio de la sesión de tratamiento, un radioterapeuta lo ayuda a ponerse en posición. Puede usar bloques o escudos especiales para proteger partes del cuerpo de la exposición a la radiación. El radioterapeuta también puede colocar un escudo alrededor del escroto para proteger el testículo que queda. Después, el terapeuta coloca las luces de la máquina sobre las marcas en la piel. De este modo, se asegura de que la radiación se dirige al lugar correcto. Cuando esté listo, el radioterapeuta saldrá de la sala y encenderá la máquina. Es posible que oiga chirridos o chasquidos cada vez que la máquina se mueva durante la radiación. Puede sonar parecido a una aspiradora. La máquina no lo tocará.

Durante la sesión, podrá hablar con el radioterapeuta mediante un intercomunicador. No puede sentir la radiación, así que el proceso no duele. No será radiactivo después de recibir el tratamiento.

Qué esperar después de la radioterapia

La radiación afecta las células normales además de las células cancerosas. Por eso, podría tener algunos efectos secundarios. En general, los efectos secundarios se limitan a la zona del cuerpo en tratamiento. Algunas personas no tienen efectos secundarios o solo unos pocos. En ocasiones, si los tiene, el proveedor de atención médica puede cambiar la dosis de radiación o la frecuencia con la que recibe los tratamientos. O se puede suspender el tratamiento hasta que los efectos secundarios desaparezcan. Infórmele al equipo de atención médica de inmediato los efectos secundarios que tenga. Es importante tratarlos antes de que empeoren.

Efectos secundarios de la radioterapia

Los efectos secundarios frecuentes a corto plazo incluyen lo siguiente:

  • Náuseas o vómitos. Esto es común y, por lo general, puede tratarse de modo fácil con medicamentos.

  • Diarrea

  • Caída del cabello en la zona tratada (puede ser permanente)

  • Cansancio intenso (fatiga)

  • Irritación de la piel, enrojecimiento o ampollas y descamación en el puerto de tratamiento

  • Cáncer secundario. Se trata de tipos de cáncer no relacionados con el original que se producen en la zona irradiada. Tienden a aparecer muchos años después del tratamiento.

  • Disminución de la fertilidad. Es decir que podría ser difícil tener hijos en el futuro.

  • Daño en los riñones

Muchos de estos efectos secundarios se pueden controlar con medicamentos. Algunos incluso se pueden prevenir. A veces no aparecen hasta que pasan algunas semanas desde el inicio del tratamiento. Pueden empeorar a medida que el tratamiento avanza. Consulte al equipo de atención médica los efectos secundarios a los que debe prestar atención, cómo manejarlos y cómo saber si son graves.

La mayoría de los efectos secundarios desaparecen poco después de que finaliza el tratamiento. Pero es posible que algunos de los efectos secundarios a largo plazo no se manifiesten hasta muchos años más adelante. Por ejemplo, la radiación también aumenta el riesgo de tener problemas gastrointestinales o del corazón. Además, antes de iniciar el tratamiento, consulte si puede guardar espermatozoides en un banco en su caso. Pregúntale al proveedor acerca de los efectos secundarios a largo plazo antes de comenzar con la radioterapia.

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