Cáncer de vulva: radioterapia

La radioterapia utiliza rayos X de alta potencia para destruir las células cancerosas. Es una forma de tratar el cáncer de vulva. La radiación es un tratamiento localizado. Es decir que solo afecta las células cancerosas en la zona que se trata.

La radiación para el cáncer de vulva suele emitirse desde una máquina fuera del cuerpo. Este tratamiento se conoce como radioterapia de haz externo (EBRT, por su sigla en inglés). Puede estar dirigida a la vulva y también podría incluir áreas de la ingle si el cáncer de vulva se propagó. La radioterapia es uno de los tratamientos más comunes para el cáncer de vulva. Otro es la cirugía. En la mayoría de los casos, estos tratamientos pueden curar el cáncer de vulva.

¿Cuándo se utiliza la radiación?

En la mayoría de los casos, la radiación se utiliza junto con la quimioterapia. Esto hace que la radioterapia sea más eficaz. Esto se denomina "quimiorradiación". Se utiliza en los siguientes casos:

  • Antes de la cirugía. El tratamiento se utiliza para reducir los tumores localmente avanzados que se propagaron a estructuras cercanas, como la vagina, el ano o la uretra. El objetivo de la radiación es reducir el tamaño del tumor para que sea más fácil de extirpar.

  • Después de la cirugía. Si se detecta cáncer en los bordes del tumor extirpado (llamados márgenes positivos o cercanos) o cerca de estos, el tumor extirpado tiene características agresivas cuando se observa con el microscopio o las células cancerosas se encuentran en los ganglios linfáticos, la radioterapia permite destruir cualquier célula cancerosa que quede en el cuerpo.

  • Si hay cáncer en los ganglios linfáticos. Se podría utilizar solo la radioterapia en lugar de cirugía si el cáncer se propagó a los ganglios linfáticos de la ingle y la pelvis.

  • Como tratamiento principal. Se puede utilizar radioterapia sola o quimiorradiación si una mujer no está lo suficientemente sana como para someterse a una cirugía.

Elegir un plan de radioterapia

Para la radiación, debe consultar a un oncólogo radioterapeuta. Este médico se especializa en el uso de radiación para destruir células cancerosas. Trabajará en estrecha colaboración con el oncólogo ginecológico para la elaboración de su plan de tratamiento.

El oncólogo radioterapeuta decide lo siguiente:

  • El objetivo de la radiación

  • El tipo de radiación que necesita

  • La dosis necesaria

  • Cuánto tiempo necesita tratamiento

Un equipo de radioterapia trabajará con usted. Este equipo puede incluir los siguientes:

  • Oncólogo radioterapeuta

  • Radioterapeutas. Son quienes operan las máquinas que emiten radiación.

  • Enfermeros

  • Dosimetristas. Ayudan a calcular y controlar las dosis de radiación.

  • Físicos médicos. Se especializan en la reacción del cuerpo a la radiación.

Quizás sea conveniente que un familiar o un amigo lo acompañen a las citas. Haga una lista de preguntas y preocupaciones sobre las que desea hablar. Durante la visita, pregunte cuál es el objetivo de la radioterapia y cómo se sentirá durante el tratamiento y después de este.

Qué esperar durante la radioterapia de haz externo

La persona que le aplica la radiación se llama radioterapeuta. El tratamiento es muy parecido a hacerse una radiografía. Pero lleva más tiempo. En la mayoría de los casos, recibirá radiación 5 días a la semana (de lunes a viernes) durante varias semanas en un entorno ambulatorio. Lo que significa que se irá a su casa todos los días después del tratamiento.

La radiación proviene de una máquina grande. No hay contacto con la máquina durante el tratamiento. Los tratamientos son rápidos. No duelen.

Antes de comenzar el tratamiento, se reunirá con el equipo de radioterapia para llevar a cabo una visita llamada simulación. Durante esta visita, le harán exploraciones de diagnóstico por imágenes para medir la ubicación exacta del tumor. Esto es necesario para planificar hacia dónde dirigir los haces de radiación. Es posible que le coloquen pequeñas marcas de tinta o tatuajes en la piel para indicar el área de tratamiento. De este modo, se garantiza que la radiación llegue principalmente al tumor y no a partes sanas del cuerpo. Se puede hacer un molde del cuerpo, un yeso u otros dispositivos para colocarlo exactamente en la misma posición para cada tratamiento. Los terapeutas pueden pedirle que beba un poco de agua 30 minutos antes del tratamiento para que la vejiga esté llena.

El día del tratamiento, se acostará en una camilla y lo colocarán en la posición adecuada con mucho cuidado. Quizá vea que las luces de la máquina se alinean con las marcas en la piel. Eso le permite al terapeuta saber que está en la posición adecuada. El terapeuta saldrá de la habitación mientras la máquina envía radiación al tumor. Durante ese tiempo, el terapeuta podrá verlo, escucharlo y hablarle. Cuando se envía radiación al tumor, debe quedarse muy quieto. Sin embargo, no es necesario que contenga la respiración. Es probable que el proceso demore menos de una hora. Pero el tratamiento solo dura unos minutos. La mayor parte del tiempo se dedica a prepararlo y colocarlo en la posición correcta para el tratamiento.

Efectos secundarios de la radioterapia

La radiación afecta tanto las células sanas como las cancerosas. Esto significa que puede causar efectos secundarios. Los efectos secundarios dependerán de la parte del cuerpo que se trate. Hable con el proveedor de atención médica sobre cómo podría sentirse durante la radioterapia y después de esta. Los efectos secundarios suelen empeorar a medida que avanza el tratamiento. También suelen empeorar si se administra quimioterapia junto con radiación. Pero, por lo general, pueden tratarse.

Algunos de los efectos secundarios son los siguientes:

  • Irritación, enrojecimiento, ampollas y descamación de la piel (como una quemadura solar grave), especialmente alrededor de la vulva o del área de la ingle

  • Llagas o infección en la piel

  • Cansancio intenso (fatiga)

  • Diarrea

  • Náuseas y vómitos

  • Problemas para orinar, incluido ardor al orinar

  • Ausencia de períodos menstruales (menopausia prematura) debido al daño en los ovarios

  • Ya no poder quedar embarazada (infertilidad) debido al daño en los ovarios

  • Cambios sexuales, incluido dolor durante las relaciones sexuales o sangrado después de las relaciones sexuales debido a cambios vaginales

  • Hinchazón (linfedema) de los ganglios linfáticos o los vasos linfáticos dañados por la radiación

  • Recuentos bajos de sangre

La mayoría de estos efectos secundarios desaparecen con el tiempo una vez finalizado el tratamiento y algunos se pueden prevenir. Informe siempre al proveedor de atención médica acerca de los efectos secundarios que tenga. Así, podrá obtener ayuda para aliviarlos o incluso prevenirlos.

Asegúrese de preguntarle al proveedor de atención médica a qué síntomas debe prestar atención y cuándo debe informarlos. En algunos casos, el proveedor de atención médica le podrá pedir que llame si presenta signos de infección, como fiebre, o si el dolor empeora.

Algunos efectos secundarios a largo plazo de la radiación pueden no aparecer hasta muchos años después de terminar el tratamiento. Estos efectos dependen de la dosis y la ubicación de la radiación. Algunos ejemplos son infertilidad, linfedema crónico, problemas de control de los intestinos o la vejiga y cambios en la vagina que pueden hacer que las relaciones sexuales sean dolorosas. Pregúntele al proveedor de atención médica qué puede esperar y cuál es el riesgo que tiene de sufrir efectos secundarios a largo plazo. Si desea tener hijos en el futuro, hable con el proveedor de atención médica sobre las opciones de fertilidad antes de comenzar el tratamiento.

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