Neutropenia: un momento vulnerable a las infecciones

¿Qué es la neutropenia?

Hay muchos tipos de glóbulos blancos en el cuerpo. Cada uno tiene una función determinada. La función principal de los glóbulos blancos es combatir las infecciones. La neutropenia es una afección en la que una persona tiene cantidades muy bajas de un tipo de glóbulo blanco llamado neutrófilo. Los glóbulos blancos atacan bacterias, virus y hongos dañinos. Entonces, tener neutropenia aumenta el riesgo de infecciones. Una infección menor puede volverse grave rápidamente.

¿Quiénes están en riesgo?

La neutropenia suele detectarse en personas que reciben tratamientos contra el cáncer, como quimioterapia o radiación. En general, estos tratamientos debilitan el sistema inmunitario, ya que causan mielodepresión, que es la desaceleración de la producción normal de glóbulos.

El grado de neutropenia depende del tratamiento contra el cáncer utilizado. También depende de la enfermedad específica, el estadio del cáncer y su ubicación. Además, tienen un alto riesgo las personas que se sometieron a trasplantes de células madre y reciben altas dosis de quimioterapia, a veces con radiación en todo el cuerpo.

Los efectos neutropénicos pueden acumularse con el tiempo a medida que avanza el tratamiento. Si recibe una sesión de quimioterapia tras otra, tiene mayor riesgo. Si comienza el tratamiento con un sistema inmunitario ya debilitado, también tiene mayor riesgo. La edad avanzada y una mala alimentación son otros factores de riesgo.

Prevención de infecciones

Si tiene un alto riesgo de contraer una infección con neutropenia, los proveedores de atención médica pueden recetarle medicamentos para prevenir una infección antes de que realmente se desarrolle. Las infecciones bacterianas son las más frecuentes. Como tratamiento preventivo, se suelen utilizar antibióticos que cubren un amplio rango de bacterias. Los proveedores de atención médica pueden llamar a este tipo de tratamiento preventivo tratamiento profiláctico.

Es preocupante el uso excesivo de antibióticos que dan lugar a cepas de bacterias resistentes. No obstante, las consecuencias de no utilizarlos pueden ser incluso peores. Las infecciones pueden causar un retraso en la quimioterapia o la radioterapia. Lo cual puede afectar la eficacia a largo plazo de estos tratamientos.

Si recibirá un trasplante o será neutropénico durante un período prolongado, es posible que también le administren un medicamento profiláctico para prevenir la infección por un hongo o virus. El proveedor de atención médica también puede recetarle medicamentos denominados factores de crecimiento de glóbulos blancos. Estos facilitan la producción de más glóbulos blancos.

Signos de infección

Las personas con neutropenia pueden tener muchos síntomas diferentes. Pero el primero y más frecuente es la fiebre. Es necesario recibir atención inmediata para la fiebre, ya que puede tener lugar una afección grave llamada shock séptico. El shock séptico es una afección potencialmente grave y mortal en la que las bacterias se propagan rápidamente en la sangre.

Podrán indicarle que se controle la temperatura dos veces al día y que informe de inmediato al proveedor de atención médica si tiene 100.5 °F (38.1 °C) de fiebre o superior.

Los siguientes son algunos otros síntomas que pueden ser signos de infección:

Dolor de boca o garganta
Manchas blancas en la lengua o en la boca
Ampollas en los labios o la piel
Dolor o presión en los senos paranasales o congestión nasal
Dolor abdominal
Diarrea o estreñimiento
Picazón o flujo vaginal anormal

Hable con los proveedores de atención médica sobre la probabilidad de que tenga neutropenia y a qué problemas debe estar atento.

Cómo protegerse si es neutropénico

Para reducir el riesgo de infección, lleve una buena higiene personal y manténgase alejado de factores que fomenten el crecimiento de bacterias. Los siguientes consejos son para personas con neutropenia que no están hospitalizadas:

Manténgase alejado de personas con signos de infección.
Evite estar en lugares con mucha gente. Si no puede evitarlo, use una mascarilla.
Manténgase alejado de las personas que padecen enfermedades contagiosas, como resfriado, gripe, sarampión o varicela.
Pregúntele al proveedor de atención médica si le recomienda alguna vacuna en particular.
Manténgase alejado de los niños que recibieron recientemente vacunas con virus vivos, como la vacuna contra la varicela y la vacuna oral contra la poliomielitis. Pueden ser contagiosos para personas con recuentos de glóbulos muy bajos.
Báñese todos los días. Asegúrese de lavarse los pies, la ingle, las axilas y otras áreas húmedas y sudorosas.
Lávese las manos a menudo con agua corriente limpia y jabón por al menos 20 segundos. Láveselas después de ir al baño, después de tocar animales y antes de comer. Si no cuenta con agua y jabón, use un desinfectante para manos que tenga, al menos, 60 % de alcohol.
Si tiene la piel seca, aplíquese una loción o un aceite.
Límpiese con suavidad la zona del recto, pero hágalo meticulosamente después de cada deposición. Infórmele al proveedor de atención médica si la zona se irrita o si le aparecen hemorroides.
Cepíllese los dientes después cada comida con un cepillo de dientes suave. Consulte al proveedor de atención médica si puede usar hilo dental. El uso de hilo dental puede abrir heridas nuevas y generar una entrada para las bacterias.
Prevenga accidentes y lesiones. Procure no cortarse de ningún modo, ni siquiera las cutículas de las uñas. Use una afeitadora eléctrica en lugar de una rasuradora para evitar cortarse mientras se afeita.
No se apriete ni se rasque los granos.
Limpie los cortes y raspaduras con agua tibia y jabón de inmediato y aplique un antiséptico. Cubra la zona con una venda limpia.
No haga trabajos en el jardín; no limpie jaulas de pájaros; tampoco limpie tanques de peces o tortugas, ni cambie la arena para gatos. Esto puede exponerlo a bacterias.
No se haga manicura ni pedicura en salones de belleza.
No use tampones higiénicos ni supositorios vaginales.
No comparta toallas, utensilios ni tazas con nadie.

Si tiene un riesgo muy alto de neutropenia y se encuentra hospitalizado durante más de 1 semana (por ejemplo, para un trasplante de médula ósea), es probable que tenga un mayor riesgo. Permanecerá en una habitación aislada del hospital. Los visitantes deben lavarse las manos y usar mascarillas y batas sobre la ropa. Podrán recomendarle que siga una alimentación con baja exposición a las bacterias, es decir, en la que se omitan todas las frutas y verduras frescas y las carnes de res y huevos poco cocidos. Además, podrán aconsejarle que evite el contacto con las flores o plantas recién cortadas que puedan tener bacterias.

Signos de advertencia para obtener atención médica

Es fundamental controlar de cerca si hay signos de infección y llamar al proveedor de atención médica de inmediato o buscar atención médica inmediata si tiene alguno de los siguientes síntomas:

Fiebre de 100.5 °F (38.1 °C)
Tos constante o nueva
Falta de aire
Ardor o dolor al orinar, o deseo de orinar con frecuencia
Orina con sangre o turbia
Escalofríos con temblores
Sudoración
Dolores de oídos, dolores de cabeza o rigidez en el cuello
Cualquier área de la piel con enrojecimiento, drenaje o hinchazón inusuales (especialmente alrededor de una vía intravenosa, el lugar de la inyección, un corte, una herida o un catéter)
Alteraciones en el estado mental
Picazón o flujo vaginal anormal

Hable con el proveedor de atención médica sobre cuáles son los problemas a los que debe prestar atención y cuándo debe llamar. Asegúrese de saber en qué casos debería ir directamente al hospital. Asegúrese de saber a qué números telefónicos llamar en caso de tener preguntas o problemas, incluso durante los fines de semana y días festivos.