Cáncer en el conducto biliar: pruebas después del diagnóstico

¿Qué pruebas podría necesitar después del diagnóstico?

Después de un diagnóstico de cáncer en el conducto biliar, es probable que necesite hacerse más pruebas. Estas permiten a los proveedores de atención médica obtener más información sobre el cáncer. Además, se puede determinar si el cáncer se ha propagado más allá de los conductos biliares, a los tejidos cercanos, o si se ha propagado a otras partes del cuerpo. Los resultados permiten a los proveedores de atención médica decidir cuáles son las mejores maneras de tratar el cáncer. Hable con el equipo de atención médica si tiene alguna pregunta sobre estas u otras pruebas.

Las pruebas que podría necesitar incluyen lo siguiente:

  • Ecoendoscopia

  • Tomografía computarizada

  • Resonancia magnética

  • Tomografía por emisión de positrones (TEP)

Pruebas de diagnóstico por imágenes

Ecoendoscopia

En las ecografías se usan ondas de sonido para crear imágenes del interior del cuerpo. Para una ecoendoscopia, el proveedor de atención médica usa un tubo delgado con luz llamado endoscopio. Esta herramienta tiene un pequeño dispositivo de ecografía en el extremo por el que se envían las ondas de sonido. El endoscopio se introduce por la boca y se desplaza hasta el intestino, cerca de los conductos biliares. Esto permite al proveedor de atención médica acercarse a los conductos biliares para usar la ecografía, con la que se obtienen imágenes más detalladas. El proveedor de atención médica puede hacer esta prueba para comprobar si el cáncer se ha propagado a los tejidos cercanos.

Tomografía computarizada

Con una tomografía computarizada, el proveedor de atención médica puede determinar si el cáncer de los conductos biliares se ha propagado a los ganglios linfáticos cercanos o a otros órganos. Mediante una tomografía computarizada se obtiene una imagen mejor que con una ecografía. Para la prueba, se acostará quieto en una camilla mientras esta se desliza lentamente por el centro del tomógrafo en forma de aro. Se envían haces de rayos X al abdomen. Una computadora usa los rayos X para crear imágenes tridimensionales detalladas de su interior.

La tomografía computarizada no le produce dolor. Durante la exploración, pueden pedirle que contenga la respiración una o más veces. En algunos casos, se le puede pedir que beba un medio de contraste antes de la prueba. De este modo se pueden observar más detalles en las imágenes. Es posible que le digan que no coma nada después de beber el medio de contraste y antes de hacerse la prueba. El medio de contraste pasará lentamente por su cuerpo y saldrá con las evacuaciones intestinales.

Resonancia magnética

En la resonancia magnética se usan imanes, ondas de radio y una computadora para tomar imágenes detalladas del interior del cuerpo. La resonancia magnética puede ser útil para comprobar si el cáncer se ha propagado fuera de los conductos biliares. Al igual que en la tomografía computarizada, en la resonancia magnética se pueden observar más detalles que en las radiografías. En un tipo especial de resonancia magnética denominado colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM) se obtienen imágenes claras y detalladas de los órganos y tejidos del hígado, la vesícula biliar, los conductos biliares y el páncreas. Hay otra prueba llamada angiografía por resonancia magnética (ARM) que es un estudio por resonancia magnética de los vasos sanguíneos. Con esta se obtienen las mejores imágenes de los vasos sanguíneos de una zona. La resonancia magnética también se puede usar en lugar de una tomografía computarizada para las personas que son alérgicas al medio de contraste.

Para esta prueba, se acostará en una camilla estrecha a medida que esta pasa por un tubo largo y estrecho. Mientras esté dentro del tubo, se envían ondas de radio a través del cuerpo hasta el abdomen. Estos no son rayos X. No duelen. Una computadora usa los datos de las ondas de radio para crear imágenes detalladas del interior del cuerpo. Quizás necesite más de 1 conjunto de imágenes. Cada uno puede tomar de 2 a 15 minutos. La prueba en total puede tomar una hora o más. Durante la prueba, se oyen ruidos fuertes, como chirridos y golpes. Puede que le den tapones para los oídos, auriculares o ambos. Si tiene claustrofobia, es posible que le administren un sedante antes de hacerle la prueba. Podrá hablar en todo momento con las personas que controlan el tomógrafo a través de un intercomunicador. 

Tomografía por emisión de positrones (TEP)

Para esta prueba, se inyecta una pequeña dosis de glucosa radiactiva (azúcar) en la sangre a través de una vena. Después el paciente descansa durante aproximadamente una hora mientras se absorbe el azúcar en las células más activas del cuerpo. Más tarde, se toman imágenes del interior del cuerpo mediante un tomógrafo y se observa dónde se ha absorbido la glucosa. Estos puntos se denominan "puntos calientes". Las células cancerosas absorben más glucosa que las células normales, por lo que con esta prueba se puede determinar a qué partes del cuerpo puede haberse propagado el cáncer. Con esta prueba también puede apreciarse la diferencia entre las células cancerosas activas y el tejido cicatricial. La TEP se puede combinar con una tomografía computarizada para obtener información más detallada. A esto se le llama TEP-TC.

Colabore con el proveedor de atención médica

El proveedor de atención médica hablará con usted sobre las pruebas que tendrá que hacerse y cómo serán. Asegúrese de prepararse para las pruebas según las instrucciones que recibió. Hable sobre cualquier preocupación o pregunta que tenga.

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