Leucemia linfoblástica aguda (LLA): descripción general

¿Qué es la LLA?

El cáncer se produce cuando las células comienzan a cambiar (mutar) y a multiplicarse de manera descontrolada. Las células que mutan (anormales) crecen hasta formar un bulto o una masa llamada tumor. La leucemia es diferente de la mayoría de los otros tipos de cáncer. 

Las células leucémicas no suelen formar tumores. La leucemia es un cáncer que comienza en la médula ósea. Los glóbulos nuevos se producen en la médula ósea. La médula ósea es un tejido grueso y esponjoso que se encuentra en el centro de algunos huesos. 

Cuando una persona tiene leucemia, el cuerpo produce demasiados glóbulos anormales. Estos pueden desplazar a las células sanas en la médula ósea. Como resultado, no se producen cantidades suficientes de los diferentes tipos de glóbulos. Las células leucémicas viajan por todo el cuerpo en la sangre. Es decir que la leucemia puede afectar órganos de todo el cuerpo.

La leucemia linfoblástica aguda (LLA) es cuando cierto tipo de glóbulos blancos, llamados linfocitos, crece sin control. La LLA también recibe el nombre de leucemia linfoide aguda y leucemia linfoblástica aguda.

La LLA comienza cuando hay cambios en formas muy tempranas o inmaduras de los linfocitos. Estos glóbulos blancos ayudan a combatir las infecciones. Las células inmaduras cambiadas se denominan linfoblastos o blastos. Estas células no son normales y no ayudan a combatir las infecciones. De hecho, las personas con LLA tienen más probabilidades de contraer infecciones. Y dado que los blastos rellenan la médula ósea, las personas con LLA también pueden tener niveles bajos de los otros glóbulos, como los glóbulos rojos o las plaquetas. Esto causa otros problemas. La ausencia de glóbulos rojos suficientes se llama anemia, que puede causar cansancio (fatiga). Los niveles bajos de plaquetas pueden facilitar el sangrado y la formación de moretones.

¿Quiénes están en riesgo de LLA?

Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta las probabilidades de tener una enfermedad. A veces, es posible que no se pueda determinar la causa exacta de un cáncer. Pero los factores de riesgo pueden aumentar las probabilidades de su aparición. Algunos factores de riesgo no se pueden controlar. Pero hay hábitos que sí se pueden cambiar.

Algunos factores de riesgo de la LLA son los siguientes:

  • Estar expuesto a determinadas sustancias químicas

  • Haber recibido determinados tipos de quimioterapia o radioterapia en el pasado

  • Estar expuesto accidentalmente a niveles muy altos de radiación

  • Tener determinadas enfermedades genéticas poco frecuentes

  • Tener determinada edad (la LLA es más frecuente en personas menores de 15 años y mayores de 70 años)

  • Ser varón

Hable con el proveedor de atención médica sobre los factores de riesgo de LLA y pregúntele qué puede hacer al respecto.

¿Se puede prevenir la LLA?

No hay una forma segura de prevenir la LLA. Pocos factores de riesgo pueden controlarse para reducir el riesgo. Pero puede limitar la exposición y protegerse si trabaja con sustancias químicas.

¿Hay pruebas de detección para la LLA?

Actualmente, no hay pruebas de detección periódicas para la LLA. Las pruebas de detección se hacen para detectar enfermedades en personas que no tienen síntomas. 

¿Cuáles son los síntomas de la LLA?

Los siguientes son algunos de los síntomas frecuentes de la LLA:

  • Tendencia al sangrado y a los moretones

  • Palidez de la piel

  • Erupciones de pequeñas manchas rojas planas, causadas por sangrado

  • Fiebre sin causa clara

  • Debilidad

  • Sensación de cansancio, incluso después de descansar (fatiga)

  • Infecciones frecuentes o que no desaparecen

  • Dificultad para respirar o falta de aire

  • Mareos

  • Dolores en los huesos y las articulaciones, la espalda o el abdomen

  • Hinchazón de los ganglios linfáticos, del hígado o del bazo (puede sentirse como lleno debajo de las costillas)

  • Pérdida del apetito

  • Pérdida de peso no intencional

  • Sudoración nocturna

Muchos de estos síntomas pueden deberse a otros problemas de salud más comunes. Es importante consultar con un proveedor de atención médica si observa que tiene alguno. Solo un proveedor de atención médica puede determinar si tiene cáncer.

¿Cómo se diagnostica la LLA?   

La LLA puede diagnosticarse cuando consulta al proveedor de atención médica porque tiene síntomas. Si el proveedor de atención médica cree que puede tener LLA, se deberán hacer estudios y pruebas para confirmarlo. El proveedor de atención médica le preguntará acerca de la historia clínica, los síntomas, los factores de riesgo y los antecedentes familiares de enfermedades. También le hará una exploración física. 

Pueden hacerse una o más de las siguientes pruebas:

  • Análisis de sangre (muchos tipos diferentes)

  • Biopsia y aspirado de la médula ósea

  • Punción espinal (punción lumbar)

Después de un diagnóstico de LLA, es probable que necesite otras pruebas. Estas ayudan a los proveedores de atención médica a obtener más información sobre el cáncer. Pueden determinar el subtipo de LLA y los cambios cromosómicos en las células de LLA. Mediante estas pruebas, también se puede observar si la LLA afecta algún órgano, como el bazo o el hígado. Toda esta información ayuda al equipo de atención médica a determinar el mejor plan de tratamiento para usted.

¿Cómo se trata la LLA?

La LLA tiende a desarrollarse con mucha rapidez y, a menudo, debe tratarse de inmediato. 

Las opciones de tratamiento dependen de lo siguiente:

  • El tipo de LLA que tenga

  • Resultados de las pruebas

  • Edad

  • Su estado de salud general

  • Si la LLA se ha extendido al cerebro o a la médula espinal

  • Los cambios cromosómicos que se encuentren en las células de LLA

El objetivo del tratamiento podría ser curar o controlar el cáncer o mitigar los problemas causados por este. Hable con el equipo de atención médica sobre sus opciones de tratamiento, los objetivos del tratamiento y cuáles pueden ser los riesgos y los efectos secundarios.

El tratamiento contra el cáncer puede ser localizado o sistémico. Los tratamientos localizados permiten eliminar, destruir o controlar las células cancerosas en una zona determinada. La cirugía y la radiación son tratamientos localizados que casi nunca se usan para la LLA.

El tratamiento sistémico se usa para destruir o controlar las células cancerosas que viajaron por el cuerpo. La quimioterapia es un tratamiento sistémico cuando se administra en pastillas o inyecciones. Es el tratamiento más frecuente para la mayoría de las personas con LLA.

Puede recibir un solo tratamiento o una combinación de tratamientos. Durante el tratamiento, se harán pruebas para ver si surte efecto. 

Los siguientes son algunos de los tratamientos posibles para la LLA:

  • Quimioterapia

  • Terapia dirigida

  • Trasplante de células madre con quimioterapia de dosis alta

  • Radioterapia

En general, la quimioterapia se hace en 3 fases:

  • La terapia de inducción se hace para matar la mayor cantidad posible de células cancerosas. Se usa más de un tipo de medicamento de quimioterapia y las dosis son altas. La mayoría de las personas se quedan en el hospital para esta parte del tratamiento. El objetivo es hacer que la LLA esté en remisión, lo que significa que no se pueden encontrar células de LLA en el cuerpo.

  • La terapia de consolidación se usa para destruir todas las células de LLA que hayan quedado en el cuerpo después de la inducción. También se llama intensificación. Se administran dosis altas de quimioterapia en ciclos de 4 a 6 meses.

  • La terapia de mantenimiento dura unos 2 años. En la mayoría de los casos, puede tomar los medicamentos en casa. Se usan dosis más bajas, por lo que los efectos secundarios suelen ser más leves. El tratamiento se usa para evitar que regrese la LLA.

Hable con los proveedores de atención médica sobre las opciones de tratamiento. Haga una lista de preguntas. Piense acerca de los beneficios y los posibles efectos secundarios de cada opción. Hable con el proveedor de atención médica sobre todas las inquietudes antes de tomar una decisión.

¿Cuáles son los efectos secundarios del tratamiento?

El tratamiento del cáncer puede dañar las células normales además de las células cancerosas. Esto causa efectos secundarios, como pérdida de cabello, llagas en la boca, pérdida de apetito y vómitos. Muchos efectos secundarios mejoran después de que finaliza el tratamiento, pero algunos pueden durar el resto de su vida.

Hable con el proveedor de atención médica sobre los efectos secundarios relacionados con el tratamiento. Asegúrese de saber a qué debe prestar atención. A menudo, hay formas de controlar e, incluso, prevenir los efectos secundarios.

Cómo lidiar con la LLA

Muchas personas se sienten preocupadas, tristes y estresadas cuando les diagnostican un cáncer. Recibir tratamiento contra el cáncer puede ser difícil para la mente y el cuerpo. Hable con el equipo de atención médica acerca de cualquier problema o inquietud que tenga. Colaboren para mitigar las consecuencias del cáncer y los síntomas en la vida diaria.

Algunos consejos:

  • Hable con sus amigos o familiares.

  • Pida ayuda a su equipo de atención médica o a un trabajador social.

  • Consulte con un consejero.

  • Hable con un asesor espiritual, como un pastor o un rabino.

  • Pregúntele a su equipo de atención médica acerca de los medicamentos para la ansiedad o la depresión.

  • Mantenga una vida social activa.

  • Únase a un grupo de apoyo para el cáncer.

El tratamiento contra el cáncer también puede afectar el cuerpo de manera significativa. Para mantenerse sano, haga lo siguiente:

  • Siga una dieta saludable, con alimentos con alto contenido proteico.

  • Beba mucha agua, jugos de frutas y otros líquidos.

  • Haga ejercicio físico.

  • Descanse lo necesario.

  • Hable con el equipo de atención médica acerca de las maneras de controlar los efectos secundarios del tratamiento.

  • Adminístrese los medicamentos tal como se lo haya indicado el equipo.

¿Cuándo debo llamar al proveedor de atención médica?

El proveedor de atención médica le indicará cuándo debe llamar. Es posible que le digan que llame si tiene algo de lo siguiente:

  • Síntomas nuevos o que empeoran

  • Signos de una infección, como fiebre o escalofríos

  • Efectos secundarios del tratamiento que afectan la función diaria o que no mejoran con el tratamiento

Pregunte al proveedor de atención médica a qué signos debe prestar atención y cuándo debe llamarlo. Sepa cómo obtener ayuda fuera del horario de atención del consultorio y durante los fines de semana o los feriados.

Próximos pasos

Consejos para aprovechar al máximo la visita con el proveedor de atención médica:

  • Tenga en claro la razón de la cita médica y qué quiere que suceda.

  • Antes de la consulta, anote las preguntas que quiere hacer.

  • Lleve a un acompañante para que lo ayude a formular las preguntas y a recordar qué le dice el proveedor.

  • En la consulta, anote el nombre de los diagnósticos nuevos y de todo medicamento, tratamiento o prueba nuevos. También anote las instrucciones que el proveedor le indique.

  • Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento, y cómo lo ayudará. Conozca los efectos secundarios.

  • Pregunte si la afección se puede tratar de otra forma.

  • Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.

  • Sepa qué esperar si no toma el medicamento o no se hace la prueba o el procedimiento.

  • Si tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de la consulta.

  • Sepa cómo comunicarse con el proveedor de atención médica si tiene preguntas.

© 2024 The StayWell Company, LLC. All rights reserved. This information is not intended as a substitute for professional medical care. Always follow your healthcare provider's instructions.