Cáncer de esófago: descripción general

¿Qué es el cáncer de esófago?

El cáncer se produce cuando las células comienzan a mutar y a multiplicarse de manera descontrolada. Las células que mutan (anormales) crecen hasta formar un bulto o una masa llamada tumor. Las células cancerosas también pueden crecer en tejidos cercanos (invadirlos). También pueden propagarse a otras partes del cuerpo. Este proceso se denomina metástasis.

El esófago es el conducto que permite tragar. Transporta los alimentos, líquidos y saliva desde la boca hasta el estómago. Se ubica detrás de la tráquea y delante de la columna vertebral.

La pared del esófago está compuesta por muchas capas de tejido y músculo. El cáncer de esófago comienza en las células que componen la capa de revestimiento interno del esófago. A medida que crece, se mueve hacia las otras capas de la pared del esófago.

¿Quiénes están en riesgo de cáncer de esófago?

Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta las probabilidades de tener una enfermedad. A veces, es posible que no se pueda determinar la causa exacta de un cáncer. Pero los factores de riesgo pueden aumentar las probabilidades de su aparición. Algunos factores de riesgo no se pueden controlar. Pero hay hábitos que sí se pueden cambiar. 

Los factores de riesgo de cáncer de esófago incluyen los siguientes:

  • Edad avanzada

  • Ser hombre

  • Consumo de tabaco

  • Consumo de alcohol

  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)

  • Esófago de Barrett, una afección en la que las células del esófago cambian por la presencia de reflujo ácido de largo plazo

  • Obesidad

  • Determinados síndromes y afecciones médicas

  • Antecedentes de cáncer de pulmón, garganta o boca

  • Infección por VPH (virus del papiloma humano)

Hable con el proveedor de atención médica sobre sus factores de riesgo de cáncer de esófago y pregúntele qué puede hacer al respecto.

¿Puede prevenirse el cáncer de esófago?

No hay una forma segura de prevenir el cáncer de esófago. Pero puede reducir el riesgo si hace lo siguiente:

  • No consumir ningún tipo de tabaco

  • Limitar el consumo de alcohol

  • Llegar a un peso saludable y mantenerlo

  • Controlar el reflujo, de ser necesario

  • Tratar el esófago de Barrett, de ser necesario

¿Hay pruebas de detección para el cáncer de esófago?

No hay pruebas de detección de rutina para el cáncer de esófago. Las pruebas de detección se hacen para detectar enfermedades en personas que no tienen síntomas.

Pero si tiene esófago de Barrett o riesgo alto de cáncer de esófago, hable con el proveedor de atención médica sobre la posibilidad de que le hagan una endoscopia. Con esta prueba, el proveedor puede ver dentro del esófago con un tubo delgado y flexible con luz que se inserta por la boca. Así se pueden detectar los parches de células con mutaciones en el revestimiento del esófago (llamados displasia) y tratarlos antes de que se conviertan en cáncer. La prueba también puede servir para detectar el cáncer de forma temprana, cuando es más pequeño y fácil de tratar.

¿Cuáles son los síntomas del cáncer de esófago?

A menudo, el cáncer de esófago no causa síntomas hasta que es grande y ya se ha propagado. Los siguientes son los signos más comunes del cáncer de esófago:

  • Problemas para tragar, en especial, alimentos como carne, pan o verduras crudas

  • Presión o ardor en el pecho

  • Sensación de tener comida atascada en la garganta

  • Pérdida de peso sin intentarlo

  • Acidez estomacal

  • Indigestión

  • Atragantamientos frecuentes

  • Tos

  • Voz ronca

  • Sangre en las heces o heces negras como alquitrán

  • Cansancio extremo (fatiga)

Otros problemas de salud pueden causar muchos de estos síntomas. Sin embargo, es importante consultar con un proveedor de atención médica si tiene estos síntomas. Solo un proveedor de atención médica puede determinar si tiene cáncer.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de esófago?

El proveedor de atención médica le preguntará acerca de la historia clínica, los síntomas, los factores de riesgo y los antecedentes familiares de enfermedades. También le hará una exploración física. También es posible que le hagan pruebas, como análisis de sangre y radiografías, un estudio de deglución con bario u otras pruebas de diagnóstico por imágenes.

La biopsia es la única manera segura de saber si tiene cáncer de esófago. Se toman trozos pequeños del tumor y se analiza si hay células cancerosas. Los resultados estarán listos en aproximadamente una semana.

Después del diagnóstico de cáncer de esófago, deberá someterse a más pruebas. Estas pruebas permiten que los proveedores de atención médica obtengan más información sobre el cáncer y su salud general. Se usan para determinar el estadio y el grado del cáncer. El estadio se refiere a la cantidad de cáncer y el grado de propagación (metástasis) en el cuerpo. Es uno de los factores más importantes a la hora de tomar una decisión con respecto al tratamiento.

El grado se usa como parte de la estadificación. Permite saber con qué rapidez el cáncer va a crecer y propagarse.

Una vez que se identifique el estadio del cáncer, el proveedor de atención médica le dirá qué tipo de tratamiento tendrá que hacer. Asegúrese de pedirle al proveedor de atención médica que le dé detalles del cáncer de una manera que usted pueda comprender.

¿Cómo se trata el cáncer de esófago?

Las opciones de tratamiento dependen del tipo de cáncer de esófago que tenga, dónde se ubica en el esófago, los resultados de las pruebas y el estadio del cáncer. El objetivo del tratamiento podría ser curar o controlar el cáncer o mitigar los problemas causados por este. Hable con el equipo de atención médica sobre sus opciones de tratamiento, los objetivos del tratamiento y cuáles pueden ser los riesgos y los efectos secundarios. Otros aspectos que deben considerarse son si el cáncer puede extirparse con cirugía, cuál será la apariencia y el funcionamiento del cuerpo después del tratamiento y el estado general de salud.

El tratamiento contra el cáncer puede ser localizado o sistémico. Los tratamientos localizados permiten eliminar, destruir o controlar las células cancerosas en una zona determinada. La cirugía y la radiación son tratamientos localizados. El tratamiento sistémico se utiliza para destruir o controlar las células cancerosas que pueden haberse propagado por el cuerpo. La quimioterapia y la terapia dirigida son tratamientos sistémicos cuando se administran en pastillas o en inyecciones. Puede recibir un solo tratamiento o una combinación de tratamientos. 

El cáncer de esófago puede tratarse de las siguientes formas:

  • Cirugía

  • Radioterapia

  • Quimioterapia

  • Terapia dirigida

  • Inmunoterapia

  • Tratamientos endoscópicos, como tratamiento con láser o crioterapia

Hable con los proveedores de atención médica sobre las opciones de tratamiento. Haga una lista de preguntas. Piense en los beneficios y posibles efectos secundarios de cada opción. Hable con el proveedor de atención médica sobre todas las inquietudes antes de tomar una decisión.

¿Cuáles son los efectos secundarios del tratamiento? 

Los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia y la radioterapia, pueden dañar las células normales. En consecuencia, puede haber efectos secundarios, como pérdida de pelo, llagas en la boca y vómitos.

Hable con el proveedor de atención médica sobre los efectos secundarios causados por el tratamiento. Suele haber formas de controlarlos. Tal vez haya medidas que puedan tomarse y medicamentos que puedan administrarse para prevenir muchos de los efectos secundarios del tratamiento o mantenerlos bajo control.

Cómo lidiar con el cáncer de esófago 

Muchas personas se sienten preocupadas, tristes y estresadas cuando les diagnostican un cáncer. Recibir tratamiento contra el cáncer puede ser difícil para la mente y el cuerpo. Hable con el equipo de atención médica acerca de cualquier problema e inquietud que tenga. Colaboren para mitigar las consecuencias del cáncer y los síntomas en la vida diaria.

Algunos consejos:

  • Hable con sus amigos o familiares.

  • Pida ayuda a su equipo de atención médica o a un trabajador social.

  • Consulte con un consejero.

  • Hable con un asesor espiritual, como un pastor o un rabino.

  • Pregúntele a su equipo de atención médica acerca de los medicamentos para la ansiedad o la depresión.

  • Mantenga una vida social activa.

  • Únase a un grupo de apoyo para el cáncer presencial o virtual.

El tratamiento contra el cáncer también puede afectar el cuerpo de manera significativa. Para mantenerse sano, haga lo siguiente:

  • Siga una dieta saludable, con alimentos con alto contenido proteico.

  • Beba mucha agua, jugos de frutas y otros líquidos.

  • Haga ejercicio físico.

  • Descanse lo necesario.

  • Hable con el equipo de atención médica acerca de las maneras de controlar los efectos secundarios del tratamiento.

  • Adminístrese los medicamentos tal como se lo haya indicado el equipo.

¿Cuándo debo llamar al proveedor de atención médica?

El proveedor de atención médica le indicará cuándo debe llamar. Le dirán que llame si presenta cualquiera de los siguientes síntomas:

  • Síntomas nuevos o que empeoran

  • Signos de infección, como fiebre

  • Efectos secundarios del tratamiento que afectan la función diaria o que no mejoran con el tratamiento

Pregunte al proveedor de atención médica a qué signos debe prestar atención y cuándo debe llamarlo. Sepa cómo obtener ayuda fuera del horario de atención del consultorio y durante los fines de semana o los feriados.

Próximos pasos 

Consejos para aprovechar al máximo la visita con el proveedor de atención médica:

  • Tenga en claro la razón de la cita médica y qué quiere que suceda.

  • Antes de la consulta, anote las preguntas que quiere hacer.

  • Lleve a un acompañante para que lo ayude a formular las preguntas y a recordar qué le dice el proveedor.

  • En la consulta, anote el nombre de los diagnósticos nuevos y de todo medicamento, tratamiento o prueba nuevos. También anote las instrucciones que el proveedor le indique.

  • Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento y cómo lo ayudará. También conozca los efectos secundarios a los que debe estar atento y cuándo debería comunicarlos.

  • Pregunte si la afección se puede tratar de otra forma.

  • Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.

  • Sepa qué esperar si no toma el medicamento o no se hace la prueba o el procedimiento.

  • Si tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de la consulta.

  • Sepa cómo comunicarse con el proveedor de atención médica si tiene preguntas, sobre todo después del horario de atención o durante los fines de semana.

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