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Lo ideal es aplicarse estos productos justo antes de acostarse. Si permanece acostada, la fuga del medicamento fuera de la vagina será menor de la que podría ocurrir estando de pie o caminando.
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Lave el área vaginal con agua y jabón neutro, y séquela bien.
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(Si el producto viene con un aplicador prellenado, avance hasta el paso 4).
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Cuando se trate de cremas vaginales: Coloque el aplicador en el orificio del tubo de crema y enrósquelo hasta fijarlo perfectamente. Oprima el tubo para llenar de crema el aplicador hasta el nivel indicado, según su dosis. Desenrosque el aplicador y retírelo del tubo.
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Cuando se trate de tabletas o supositorios: Retire el medicamento de su envoltura y colóquelo en la punta del aplicador.
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Introduzca suavemente el aplicador en la vagina, con el cuerpo en una de las dos posturas que se muestran en el dibujo. Puede ponerse de pie con las piernas separadas y las rodillas flexionadas (figura A) o acostarse de espalda con las rodillas dobladas y ligeramente separadas (figura B). Introduzca el aplicador únicamente hasta donde pueda sin que le cause molestias.
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Empuje el émbolo del aplicador hasta el tope.
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Retire el aplicador de la vagina.
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Si el aplicador es reutilizable, límpielo según las indicaciones del fabricante. Por lo común es necesario separar las dos piezas, y lavarlas con agua y jabón neutro. Si el aplicador es desechable, tírelo a la basura.
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Siga aplicándose el medicamento durante el tiempo que su médico le haya indicado o de acuerdo con la etiqueta del producto. Use el producto sin dejar pasar ningún día, ni siquiera durante su período menstrual. Si le viene su período menstrual estando en tratamiento con este tipo de medicamentos, use toallas sanitarias. No use tampones, ya que éstos pueden absorber parte del medicamento y restarle eficacia al tratamiento.